Facebook: La biografía incesante

El caso de la holandesa que se tatuó sus 152 amigos de Facebook
en el brazo era en realidad una noticia falsa con fines publicitarios


(Por Enrique Virdó)

En mayo de 2011, Facebook, la Red Social más importante de la Internet 2.0 totalizó 600 millones de miembros en todo el mundo. ¿Por qué los usuarios de la web desean pertenecer a Facebook? Quizá primeramente es eso: pertenecer, es decir no excluirse de un fenómeno popular, global, masivo y que está de moda. Quizá, además, la necesidad de comunicación, de contacto, de interacción con los otros. Otra razón es probablemente porque Facebook ha reemplazado y convertidas en obsoletas otras aplicaciones tales como el e-mail, el messenger, las salas de chat y los blogs. Pero fundamentalmente, Facebook es, a través de esa acumulación progresiva de contactos, amigos, videos y fotos (propios o ajenos), comentarios, participaciones en grupos o eventos, una autobiografía expuesta públicamente.

Facebook es un espacio de afianzamiento de la individualidad, de la expresión de las vivencias personales en una trama de intersubjetividades donde se desdibujan los límites de lo público y privado. En esa “visibilidad de la privacidad” no habría un crudo exhibicionismo o narcisismo, sino interrelaciones íntimas, que aportan al autoconocimiento de todos los participantes. Podrían objetarse la superficialidad de los intercambios, o la falta de fidelidad en la información que se comparte , pero como en toda autobiografía existe la ficción ,o sea, una recreación de los hechos y la mención de pequeños aconteceres cotidianos, donde autor y lector/es son cómplices en un juego de interacciones que van tejiéndose a lo largo de años.

El usuario va plasmando, en comentarios, opiniones, ycomunicaciones con los innumerables otros, es decir esos “amigos” que incesantemente se van sumando, y en las fotos o los videos que cuelga, el devenir de su tiempo íntimo y personal, abierto al juicio de los demás. Habrá registro de su nueva relación sentimental, o si contrajo matrimonio (estarán las fotos de su casamiento). Aparecerá el video que filmó de su primer hijo. Se sabrá si cambió de trabajo, y por los grupos en los que participa, quizá sus opiniones políticas, su postura sobre la ecología o sobre otros temas más o menos relevantes.

Facebook habilita a sus usuarios a completar una falta, ese vacío constitutivo del sujeto que lo lleva a una constante identificación con otros, buscando mediante la narrativa de sus momentos vitales una hipotética completud.

La única posibilidad de afirmación de la subjetividad es en la intesubjetividad y por lo tanto, toda biografía, todo relato individualde experiencias, ideas, sentimientos es en algún punto siempre colectivo, una pintura de una época o momento histórico, de una moda o de un acontecer que moviliza a muchos.

Por ello, cuando deseamos conocer a alguien (sus gustos, amigos, relaciones, opiniones, etcétera) entramos en su página de Facebook, pues allí está su biografía: lo fundamental y lo insignificante de su vida. Y cuando empezamos a interactuar con él y con sus contactos multiplicados, agregamos un capítulo más a nuestra propia biografía.

(La versión original de este texto fue publicada con los fascículos "Internet para educar" - Ministerio de Educación de la Provincia de Córdoba - La Voz del Interior - 2010. El autor es licenciado en Psicología y magíster en Planificación y Gestión Educativa)

Redes: una socialización virtual

(Por Alexis Oliva)

Las redes sociales en Internet constituyen en la actualidad un inmenso y creciente universo de ámbitos y funciones que van mucho más allá del “conocer gente”, esta bastante generalizada y superficial idea -acaso en vías de superarse- con que se las suele menospreciar.

En el ya clásico ensayo “La construcción social de la realidad”, Peter Berger y Thomas Luckmann explican que a la socialización primaria que el ser humano adquiere en el seno familiar, le sucede una secundaria, generalmente impartida en la escuela. En este segundo momento “el individuo internaliza submundos diferentes” y tiene acceso “al conocimiento de una realidad compleja y segmentada”.

Hoy, para millones de adolescentes, las redes son nada menos que el lugar de una socialización que continúa a la que experimentan en el seno familiar y en la escuela, que compite en muchos casos con la educación formal. Paradójicamente, a pesar de ser la escuela un espacio “institucional” y “real”, se encuentra en gran medida en desventaja frente a las redes sociales “informales” y “virtuales”. Y no sólo por su novedad y atractivo, sino por una variada y potente gama de usos que en muchos aspectos podría -y debería- ser aprovechada por la propia escuela.

La base del fenómeno, es la Web 2.0 –conocida como “Web social” o “del nuevo milenio”-, que estrictamente hablando no es una tecnología ni un programa, sino una forma de concebir y diseñar a la Web, centrada en el usuario, facilitando la interactividad, la cooperación y el control de la información individual de cada uno.

Así, el paso de la Web 1.0, caracterizada por la actividad de sólo lectura, a la 2.0, pensada para la lectura-escritura, supone un salto cualitativo que expande las posibilidades para crear y compartir conocimientos, lo que resulta de gran atractivo y utilidad no sólo para públicos juveniles.

Es este concepto lo que ha posibilitado la irrupción de verdaderos sucesos como Facebook, Twiter, YouTube, MySpace, Yahoo Respuestas, Hi5, Metroflog, Badoo, Orkut Google y Flickr, por citar algunas de las redes más populares, que pueden ser usadas para mucho más y mejor que convocar a “chupinas” masivas, burlar controles de alcoholemia, exhibir el erotismo adolescente o difundir la violencia física o simbólica. Para dar apenas un ejemplo, pueden servir como ámbito de un amplio y profundo debate público sobre cuál es la mejor forma de preservar nuestro planeta y medio ambiente.

Compartir intereses, experiencias y saberes; establecer contactos personales, laborales y/o comerciales; ejercer y respetar la libre expresión de ideas y opiniones; organizar y difundir campañas educativas, solidarias y de toma de conciencia, son algunas de las posibilidades que brindan las redes, aunque también debe tenerse presente que como toda tecnología poderosa puede ser usada con fines socialmente nocivos, antiéticos o incluso delictivos.

No obstante, la actitud más inteligente pasa por asumir que no todos pueden ser “amigos” y manejarse con prudencia y consideración hacia los demás, pero sin demonizar ni despreciar una herramienta de inmenso potencial educativo y con una impronta pluralista y democratizadora.

Más allá de los reparos y alertas que conllevan, desde el punto de vista de la tarea docente es posible y deseable comenzar a concebir a las redes sociales no como un temible adversario, sino como un territorio quizás extranjero pero aliado, en el cual los jóvenes encuentren el ámbito propicio para una socialización complementaria de las que brindan -y seguirán brindando- la familia y la escuela.

Es decir, aportar a la construcción de esa socialización virtual, pero comprometida, sensible y solidaria, que pueda alentar a los jóvenes asentirse parte de los problemas y desafíos de la comunidad y propicie el ejercicio de su condición de sujetos políticos activos.